Amos  5, 21-27


Contra el culto exterior.
Yo detesto, aborrezco vuestras fiestas,
no me aplacan vuestras solemnidades.
Si me ofrecéis holocaustos...
no me complazco en vuestras oblaciones,
ni miro vuestros sacrificios de comunión de novillos cebados.
¡Aparta de mí el ronroneo de tus canciones,
no quiero oír la salmodia de tus arpas!
¡Que fluya, sí, el derecho como agua
y la justicia como arroyo perenne!
¿Acaso me presentasteis
sacrificios y oblaciones en el desierto,
durante cuarenta años, casa de Israel?
Tendréis que cargar con Sacut, vuestro rey,
y Queván, imágenes vuestras de astros divinizados,
que os habéis fabricado;
cuando os deporte más allá de Damasco,
dice Yahvé, cuyo nombre es Dios Sebaot.
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