Amos  8, 4-14


Contra los defraudadores y explotadores.
Escuchad esto los que pisoteáis al pobre
y queréis suprimir a los humildes de la tierra,
diciendo: «¿Cuándo pasará el novilunio
para poder vender el grano,
y el sábado para dar salida al trigo,
para achicar la medida y aumentar el peso,
falsificando balanzas de fraude,
para comprar por dinero a los débiles
y al pobre por un par de sandalias,
para vender hasta el salvado del grano?»
Ha jurado Yahvé por el orgullo de Jacob:
¡Jamás he de olvidar todas sus obras!
¿No se estremecerá por ello la tierra,
y hará duelo todo el que en ella habita,
subirá toda entera como el Nilo,
se encrespará y bajará como el Nilo de Egipto?

Anuncio del castigo: oscuridad y duelo.
Sucederá aquel día
—oráculo del Señor Yahvé—
que yo haré ponerse el sol a mediodía,
y en plena luz del día cubriré la tierra de tinieblas.
Convertiré vuestra fiesta en lamento,
y en elegía todas vuestras canciones;
pondré en todos los lomos sayal
y tonsura en todas las cabezas;
la transformaré en lamento por el hijo único
y su final como día de amargura.

Hambre y sed de la Palabra de Dios.
He aquí que vienen días
—oráculo del Señor Yahvé—
en que yo mandaré hambre a la tierra,
no hambre de pan, ni sed de agua,
sino de oír la palabra de Yahvé.
Entonces vagarán de mar a mar,
andarán errantes de norte a levante
en busca de la Palabra de Yahvé,
pero no la encontrarán.

Nuevo anuncio de castigo.
Aquel día desfallecerán de sed
las muchachas hermosas y los jóvenes.
Los que juran por el pecado de Samaría,
los que dicen: «¡Vive tu Dios, Dan!»
y «¡Viva el camino de Berseba!»,
ésos caerán para no alzarse más.
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