Amos  9, 8-15

He aquí que los ojos del Señor Yahvé
están sobre el reino pecador;
voy a exterminarlo de la faz de la tierra,
aunque no exterminaré del todo
a la casa de Jacob —oráculo de Yahvé—.
Pues he aquí que yo doy orden
de zarandear a la casa de Israel
entre todas las naciones,
como se zarandea con la criba
sin que ni un grano caiga en tierra.
A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo,
ésos que dicen:
«¡No se acercará, no nos alcanzará la desgracia!»

IV. Perspectivas de restauración y de fecundidad paradisíaca
Aquel día levantaré la cabaña ruinosa de David,
repararé sus brechas y restauraré sus ruinas;
la reconstruiré como en los días de antaño,
para que posean lo que queda de Edom
y todas las naciones sobre las que se ha invocado mi nombre,
oráculo de Yahvé, el que hace esto.
He aquí que vienen días —oráculo de Yahvé—
en que el arador empalmará con el
segador
y el que pisa la uva con el sembrador;
destilarán vino los montes
y todas las colinas se derretirán.
Entonces haré volver a los deportados de mi pueblo Israel;
reconstruirán las ciudades devastadas y habitarán en ellas,
plantarán viñas y beberán su vino,
cultivarán huertas y comerán sus frutos.
Yo los plantaré en su tierra
y no serán arrancados nunca más
de la tierra que les di,
dice Yahvé, tu Dios.
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