Apocalipsis  10, 9-11

Fui hacia el ángel y le dije que me diera el librito. Y me dice: «Toma, devóralo; te amargará las entrañas, pero en tu boca será dulce como la miel.» Tomé el librito de la mano del ángel y lo devoré; y fue en mi boca dulce como la miel ; pero, cuando lo comí, se me amargaron las entrañas. Entonces me dicen: «Tienes que profetizar otra vez contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.»
Ver contexto