Apocalipsis  15, 2-4

Y vi también como un mar de cristal mezclado de fuego, y a los que habían triunfado de la Bestia y de su imagen y de la cifra de su nombre, de pie junto al mar de cristal, llevando las cítaras de Dios. Y cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:
«Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios Todopoderoso;
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de las naciones! ¿Quién no temerá , Señor, y no glorificará tu nombre?
Porque sólo tú eres santo,
y todas las naciones vendrán y se postrarán ante ti ,
porque han quedado de manifiesto tus justos designios.»
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