Apocalipsis  4, 1


II.Las visiones proféticas
1.LOS PRELIMINARES DEL «GRAN DÍA» DE DIOS
Dios entrega al Cordero los destinos del mundo.
Después tuve una visión. He aquí que una puerta estaba abierta en el cielo, y aquella voz que había oído antes, como voz de trompeta que hablara conmigo, me decía: «Sube acá, que te voy a enseñar lo que ha de suceder después.»
Ver contexto