Apocalipsis  5, 8-14

Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero. Tenía cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos. Y cantan un cántico nuevo diciendo:
«Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos
porque fuiste degollado
y compraste para Dios con tu sangre
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios
un Reino de sacerdotes , y reinan sobre la tierra.» Y en la visión oí la voz de una multitud de ángeles alrededor del trono, de los Vivientes y de los Ancianos. Su número era miriadas de miriadas y millares de millares , y decían con fuerte voz:
«Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría,
la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.» Y toda criatura, del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, y todo lo que hay en ellos, oí que respondían:
«Al que está sentado en el trono y al Cordero,
alabanza, honor, gloria y poder
por los siglos de los siglos.» Y los cuatro Vivientes decían: «Amén»; y los Ancianos se postraron para adorar.
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