Apocalipsis 19, 20
“
Pero la Bestia fue capturada, y con ella el falso profeta —el que había realizado al servicio de la Bestia los signos con que seducía a los que habían aceptado la marca de la Bestia y a los que adoraban su imagen— los dos fueron arrojados vivos al lago del fuego que arde con azufre. ”