Baruc 2, 30-32

Sé que no me escucharán, porque son un pueblo testarudo; pero en su destierro se convertirán de corazón y reconocerán que yo soy el Señor, su Dios. Entonces yo les daré un corazón y unos oídos atentos, y ellos me alabarán en su destierro, invocarán mi nombre y
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