Daniel  2, 44-45

En tiempo de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un reino que jamás será destruido, ni cederá su soberanía a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos estos reinos, y él subsistirá por siempre; tal como viste desprenderse del monte, sin intervención de mano alguna, la piedra que redujo a polvo el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha revelado al rey lo que sucederá en el futuro. El sueño es verídico y su interpretación, fiel.»
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