Daniel  9, 25-27

Entérate y comprende:
Desde que se dio la orden
de reconstruir Jerusalén,
hasta la llegada de un príncipe ungido,
pasarán siete semanas
y sesenta y dos semanas;
y serán reconstruidos calles y fosos,
aunque en tiempos difíciles.
Pasadas las sesenta y dos semanas
matarán al ungido sin culpa
y un príncipe que vendrá con su ejército
destruirá la ciudad y el santuario.
Su fin será un cataclismo
y hasta el final de la guerra durarán
los desastres anunciados.
Sellará una firme alianza con muchos
durante una semana;
y en media semana
suprimirá el sacrificio y la ofrenda
y pondrá sobre el ala del templo el ídolo abominable,
hasta que la ruina decretada recaiga sobre el destructor.»
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