Deuteronomio  12, 15-16

Podrás, sin embargo, siempre que lo desees, matar y comer la carne, como bendición que te ha dado Yahvé tu Dios, en cualquiera de tus ciudades. Tanto el puro como el impuro la podrán comer, como se come la gacela o el ciervo. Sólo la sangre no la comeréis; la derramarás por tierra, como el agua.
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