Deuteronomio  14, 22-27


El diezmo anual.
Cada año apartarás el diezmo de todo el producto de tu sementera, lo que haya producido el campo, año por año, y lo comerás en presencia de Yahvé tu Dios, en el lugar que él haya elegido para morada de su nombre: el diezmo de tu trigo, de tu mosto y de tu aceite, así como los primogénitos de tu ganado mayor y de tu ganado menor; a fin de que aprendas a temer a Yahvé tu Dios, toda tu vida.
Si el camino te resulta demasiado largo, si no puedes transportarlo (el diezmo), porque el lugar que habrá elegido Yahvé para poner allí su nombre te cae demasiado lejos, y Yahvé tu Dios te ha bendecido, lo cambiarás por dinero, llevarás el dinero en tu mano e irás al lugar que haya elegido Yahvé tu Dios; allí emplearás este dinero en todo lo que desees, ganado mayor o menor, vino o bebida fermentada, todo lo que te apetezca, y comerás allí en presencia de Yahvé tu Dios y te regocijarás, tú y tu casa. Y al levita que vive en tus ciudades no lo abandonarás, ya que él no tiene parte ni heredad contigo.
Ver contexto