Deuteronomio  28, 53-57

Comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que te haya dado Yahvé tu Dios, en el asedio y la angustia a que te reducirá tu enemigo. El hombre más delicado y tierno de entre los tuyos mirará con malos ojos a su hermano, y a la mujer que se acostaba en su seno y a los hijos que le queden, para no compartir con ellos la carne de sus hijos que él se va a comer, pues no le ha quedado ya nada, por el asedio y la angustia a que tu enemigo te reducirá en todas tus ciudades. La más delicada y tierna de las mujeres de tu pueblo, la que no habría osado posar en tierra la planta de su pie, mirará con malos ojos al hombre que se acostaba en su seno, y a su hijo y a su hija, y a la placenta que sale entre sus piernas y a los hijos que dé a luz, pues los comerá a escondidas, por la falta de todo, en el asedio y la angustia a que te reducirá tu enemigo en tus ciudades.
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