Deuteronomio  28, 65-67

No hallarás sosiego en aquellas naciones, ni habrá descanso para la planta de tus pies, sino que Yahvé te dará allí corazón tembloroso, y languidez de ojos y ansiedad de alma. Tu vida estará ante ti como pendiente de un hilo, tendrás miedo de noche y de día, y no tendrás seguridad ni de tu vida. Por la mañana dirás: «¡Quién me diera que anocheciese!», y por la tarde dirás: «¡Quién me diera que amaneciese!», a causa del espanto que estremecerá tu corazón y del espectáculo que verán tus ojos.
Ver contexto