Deuteronomio  29, 2-8

las grandes pruebas que personalmente habéis visto, esas señales, esos grandes prodigios. Pero hasta el día de hoy no os ha dado Yahvé corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
Durante cuarenta años os he hecho caminar por el desierto; no se han gastado los vestidos que llevabais ni se han gastado las sandalias en tus pies. No habéis comido pan, ni habéis bebido vino o licor, para que supierais que yo, Yahvé, soy vuestro Dios. Luego llegasteis a este lugar. Y Sijón, rey de Jesbón, y Og, rey de Basán, salieron a nuestro encuentro para hacernos la guerra, pero los derrotamos. Conquistamos su país, y se lo di en heredad a Rubén, a Gad y a la media tribu de Manasés.
Guardad, pues, las palabras de esta alianza y ponedlas en práctica, para que tengáis éxito en todas vuestras empresas.
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