Deuteronomio  3, 1-7


Conquista del reino de Og.
Luego torcimos y subimos camino de Basán. Og, rey de Basán, salió a nuestro encuentro con toda su gente y nos presentó batalla en Edreí. Yahvé me dijo: «No le temas, porque yo lo he entregado en tus manos con toda su gente y su país. Harás con él lo que hiciste con Sijón, el rey amorreo que habitaba en Jesbón.» Yahvé nuestro Dios entregó en nuestras manos también a Og, rey de Basán, con todo su pueblo. Lo derrotamos hasta no dejarle ni un superviviente. Nos apoderamos entonces de todas sus ciudades; no hubo ciudad que no les conquistáramos: sesenta ciudades, toda la comarca de Argob, del reino de Og en Basán, plazas fuertes todas ellas, con altas murallas, puertas y cerrojos; sin contar gran número de ciudades de los perizitas. Las consagramos al anatema, como habíamos hecho con Sijón, rey de Jesbón; consagramos al anatema a toda ciudad: hombres, mujeres y niños; aunque guardamos como botín todo el ganado y los despojos de estas ciudades.
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