Deuteronomio  32, 15-19

Come Jacob, se sacia,
engorda Yesurún, respinga,
te has puesto grueso, rollizo, turgente,
rechaza a Dios, su Hacedor,
desprecia a la Roca, su salvación.
Lo encelan con dioses extraños,
lo irritan con abominaciones.
Sacrifican a demonios, no a Dios,
a dioses que desconocían,
a nuevos, recién llegados,
que no veneraron vuestros padres.
(¡Desdeñas a la Roca que te dio el ser,
olvidas al Dios que te engendró!)
Yahvé lo ha visto y, en su ira,
ha desechado a sus hijos y a sus hijas.
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