Deuteronomio  32, 43

¡Cielos, exultad con él,
y adórenle los hijos de Dios!
¡Aclamadlo, naciones, con su pueblo,
y todos los mensajeros de Dios
narren su fuerza!
Porque él vengará
la sangre de sus siervos,
tomará venganza de sus adversarios,
dará su pago a quienes le aborrecen
y purificará el suelo de su pueblo.
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