Deuteronomio  5, 23-31


Mediación de Moisés.
Cuando vosotros oísteis la voz que salía de las tinieblas, mientras la montaña ardía, os acercasteis a mí todos vosotros, jefes de tribu y ancianos, y me dijisteis: «Mira, Yahvé nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza y hemos oído su voz de en medio del fuego. Hemos visto en este día que puede Dios hablar al hombre y seguir éste con vida. Pero, ¿por qué hemos de morir por ese fuego que nos va a devorar?; si seguimos oyendo la voz de Yahvé nuestro Dios, moriremos. Pues, ¿qué hombre ha oído como nosotros la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, y ha sobrevivido? Acércate tú a oír todo lo que diga Yahvé nuestro Dios, y luego nos dirás todo lo que Yahvé nuestro Dios te haya dicho; nosotros lo escucharemos y lo pondremos en práctica.»
Yahvé oyó vuestras palabras y me dijo: «He oído las palabras de este pueblo, lo que te han dicho; está bien todo lo que han dicho. ¡Ojalá fuera siempre así su corazón de modo que me temieran y guardaran todos mis mandamientos, y de esta forma serían eternamente felices, ellos y sus hijos! Ve a decirles: Volved a vuestras tiendas. Tú quédate aquí junto a mí; yo te diré a ti todos los mandamientos, preceptos y normas que has de enseñarles, para que los pongan en práctica en la tierra que yo les doy en posesión.»
Ver contexto