Eclesiastés 5, 2-7

Las muchas preocupaciones
afloran en los sueños,
y en las muchas palabras
la voz del necio.
Si haces un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, pues no le agradan los necios. El voto que has hecho, cúmplelo. Es mejor no hacer votos que hacerlos y no cumplirlos. No permitas que tu boca haga de ti un pecador, y luego digas ante el Mensajero que fue inadvertencia.¿Por qué dar a Dios la ocasión de irritarse contra ti y de arruinar lo que haces?
Cuantos más sueños,
más vanidades y palabrería.
Pero tú teme a Dios.
Si en la región ves al pobre oprimido y violados el derecho y la justicia, no te asombres por eso. Se te dirá que una dignidad vigila sobre otra dignidad, y otras más dignas sobre ambas.
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