Eclesiastés 5, 4-6

Es mejor no hacer votos que hacerlos y no cumplirlos. No permitas que tu boca haga de ti un pecador, y luego digas ante el Mensajero que fue inadvertencia.¿Por qué dar a Dios la ocasión de irritarse contra ti y de arruinar lo que haces?
Cuantos más sueños,
más vanidades y palabrería.
Pero tú teme a Dios.
Ver contexto