Eclesiástico 23, 2
“
¿Quién aplicará el látigo a mis pensamientos,
y a mi corazón la disciplina de la sabiduría,
para que no queden impunes mis faltas,
ni se pasen por alto mis pecados?
”
y a mi corazón la disciplina de la sabiduría,
para que no queden impunes mis faltas,
ni se pasen por alto mis pecados?
”