Esdras  6, 3-5

«El año primero del rey Ciro, el rey Ciro ha ordenado: “Templo de Dios en Jerusalén”:
«Constrúyase el templo como lugar donde se ofrezcan sacrificios y échense sus cimientos. Su altura será de sesenta codos y de sesenta codos su anchura. Habrá tres hileras de piedras de sillería y una de madera. Los gastos serán costeados por la casa del rey. Además, serán restituidos los utensilios de oro y plata del templo de Dios, que Nabucodonosor sacó del santuario de Jerusalén y se llevó a Babilonia, para que todo vuelva a ocupar su lugar en el santuario de Jerusalén y vuelva a ser colocado en el templo de Dios.
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