Ezequiel  10, 18-22


La gloria de Yahvé abandona el templo.
La gloria de Yahvé traspasó el umbral del templo y se posó sobre los querubines. Los querubines desplegaron sus alas y se elevaron del suelo en mi presencia; cuando salían los querubines, las ruedas iban con ellos. Y se detuvieron junto a la puerta oriental del templo de Yahvé; la gloria del Dios de Israel estaba encima de ellos. Era el ser que yo había visto debajo del Dios de Israel en el río Quebar; y supe que eran querubines. Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas, y como manos humanas bajo sus alas. En cuanto a sus rostros, tenían la apariencia de los que yo había visto junto al río Quebar. Cada uno marchaba de frente.
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