Ezequiel  13, 10-16

Porque, en efecto, extravían a mi pueblo diciendo: «¡Paz!», cuando no hay paz. Y mientras él construye un muro, ellos lo recubren de argamasa. Di a los que lo recubren de argamasa: ¡Que haya una lluvia torrencial, que caiga granizo y un viento de tormenta se desencadene, y ved ahí el muro derrumbado! ¿No se os dirá entonces: “Dónde está la argamasa con que lo recubristeis”? Pues bien, así dice el Señor Yahvé: Voy a desencadenar en mi furor un viento de tormenta, una lluvia torrencial habrá en mi cólera, granizos caerán en mi furia destructora. Derribaré el muro que habéis recubierto de argamasa, lo echaré por tierra, y sus cimientos quedarán al desnudo. Caerá y vosotros pereceréis debajo de él, y sabréis que yo soy Yahvé.
«Cuando haya desahogado mi furor contra el muro y contra los que lo recubren de argamasa, os diré: Ya no existe el muro ni los que lo revocaban, los profetas de Israel que profetizaban sobre Jerusalén y veían para ella visiones de paz, cuando no había paz, oráculo del Señor Yahvé.
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