Ezequiel  14, 13-21

«Hijo de hombre, si un país peca contra mí cometiendo infidelidad, y yo extiendo mi mano contra él, destruyo su provisión de pan y envío contra él el hambre para extirpar de allí hombres y bestias, y en ese país se hallan estos tres hombres, Noé, Danel y Job, ellos salvarán su vida por su justicia, oráculo del Señor Yahvé.
«Si yo suelto las bestias feroces contra ese país para privarle de sus hijos y convertirlo en una desolación por donde nadie pase a causa de las bestias, y en ese país se hallan esos tres hombres: por mi vida, oráculo del Señor Yahvé, que ni hijos ni hijas podrán salvar; sólo se salvarán a sí mismos, pero el país quedará convertido en desolación. O bien, si yo hago venir contra ese país la espada, si digo: “Pase la espada por este país”, y extirpo de él hombres y bestias, y esos tres hombres se hallan en ese país: por mi vida, oráculo del Señor Yahvé, que no podrán salvar ni hijos ni hijas; ellos solos se salvarán. O si envío la peste sobre ese país y derramo en sangre mi furor contra ellos, extirpando de él hombres y bestias, y en ese país se hallan Noé, Danel y Job: por mi vida, oráculo del Señor Yahvé, que ni hijos ni hijas podrán salvar; sólo se salvarán a sí mismos por su justicia.
«Pues así dice el Señor Yahvé: Aun cuando yo mande contra Jerusalén mis cuatro terribles azotes: espada, hambre, bestias feroces y peste, para extirpar de ella hombres y bestias,
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