Ezequiel  22, 27-28

Sus jefes, en medio de ella, son como lobos que desgarran su presa, que derraman sangre, matando a las personas para robar sus bienes. Sus profetas los han recubierto de argamasa con sus vanas visiones y sus presagios mentirosos, diciendo: “Así dice el Señor Yahvé”, cuando Yahvé no había hablado.
Ver contexto