Ezequiel  3, 22-23


I. Antes del asedio de Jerusalén
Ezequiel privado de la palabra.
Allí vino sobre mí la mano de Yahvé; me dijo: «Levántate, sal a la vega, y allí te hablaré.» Me levanté y salí a la vega, y allí estaba parada la gloria de Yahvé, semejante a la gloria que yo había visto junto al río Quebar, y caí rostro en tierra.
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