Ezequiel  31, 16-18

Hice temblar a las naciones por el estrépito de su caída, cuando lo precipité en el Seol, con los que bajan a la fosa. En los infiernos se consolaron todos los árboles de Edén, lo más selecto y más bello del Líbano, regados todos por las aguas. Y al mismo tiempo que él, bajaron al Seol, donde las víctimas de la espada, los que eran su brazo y moraban a su sombra en medio de las naciones.
«¿A quién eras comparable en gloria y en grandeza, entre los árboles de Edén? Sin embargo has sido precipitado, con los árboles de Edén, en los infiernos; en medio de incircuncisos yaces, con las víctimas de la espada: ése es el faraón y toda su multitud, oráculo del Señor Yahvé.»
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