Ezequiel  32, 17-32


Bajada del faraón al Seol.
El año duodécimo, el quince del primer mes, la palabra de Yahvé se dirigió a mí en estos términos: «Hijo de hombre, haz una lamentación sobre la multitud de Egipto, hazle bajar, a él y a las hijas de las naciones, majestuosas, a los infiernos, con los que bajan a la fosa.
«¿A quién superas en belleza? Baja, acuéstate con los incircuncisos. En medio de las víctimas de la espada caen (la espada ha sido entregada, la han sacado) él y todas sus multitudes. Le hablan de en medio del Seol los más esclarecidos héroes, con sus auxiliares: “Han bajado, yacen ya los incircuncisos, víctimas de la espada”.
«Allí está Asiria y toda su asamblea con sus sepulcros en torno a él, todos caídos, víctimas de la espada; sus sepulcros han sido puestos en las profundidades de la fosa, y su asamblea está en torno a su sepulcro, todos caídos víctimas de la espada, los que sembraban el pánico en la tierra de los vivos.
«Allí está Elam con toda su multitud en torno a su sepulcro; todos caídos víctimas de la espada, han bajado, incircuncisos, a los infiernos, ellos que sembraban el pánico en la tierra de los vivos. Soportan su ignominia con los que bajan a la fosa. En medio de estas víctimas se le ha preparado un lecho, entre toda su multitud con sus sepulcros en torno a él; todos ellos incircuncisos, víctimas de la espada, por haber sembrado el pánico en la tierra de los vivos; soportan su ignominia con los que bajan a la fosa. Se les ha puesto en medio de estas víctimas.
«Allí están Mésec, Túbal y toda su multitud con sus sepulcros en torno a él, todos incircuncisos, atravesados por la espada, por haber sembrado el pánico en la tierra de los vivos. No yacen con los héroes caídos de antaño, aquellos que bajaron al Seol con sus armas de guerra, a los que se les ha puesto la espada bajo su cabeza y los escudos sobre sus huesos, porque el pánico de los héroes cundía en la tierra de los vivos. Pero tú serás quebrantado en medio de incircuncisos y yacerás con las víctimas de la espada.
«Allí está Edom, sus reyes y todos sus príncipes, que fueron puestos, a pesar de su prepotencia, entre las víctimas de la espada. Yacen entre incircuncisos, con los que bajan a la fosa.
«Allí están todos los príncipes del norte, todos los sidonios, que bajaron con las víctimas, a pesar del pánico que sembraba su prepotencia. Confundidos yacen, incircuncisos, entre las víctimas de la espada, y soportan su ignominia con los que bajan a la fosa.
«El faraón los verá y se consolará a la vista de toda esa multitud, víctima de la espada, el faraón y todo su ejército, oráculo del Señor Yahvé. Porque había sembrado el pánico en la tierra de los vivos, será tendido en medio de incircuncisos, con las víctimas de la espada, el faraón y toda su multitud, oráculo del Señor Yahvé.»
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