Ezequiel  4, 1-3


Anuncio del asedio de Jerusalén.
«Tú, hijo de hombre, toma un ladrillo y ponlo delante de ti; graba en él una ciudad (Jerusalén), y diseña contra ella un asedio: construye contra ella torres de asalto, levántale terraplenes, emplázale campamentos, instálale arietes contra ella a su alrededor. Toma luego una sartén de hierro y colócala como un muro de hierro entre ti y la ciudad. Fija tu rostro contra ella; quedará en estado de sitio: tú la sitiarás. Es una señal para la casa de Israel.
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