Ezequiel  42, 1-9


Dependencias del templo.
Luego me hizo salir al atrio exterior, hacia el norte, y me llevó a las salas situadas cara al patio, es decir, frente al edificio, al norte. La longitud era de cien codos, hacia el norte, y la anchura de cincuenta codos. Frente a los pórticos del atrio interior, y frente al enlosado del atrio exterior, había una galería a lo largo de la galería triple, y, por delante de las salas, un corredor de diez codos de ancho hacia el interior, y cien codos de largo; sus puertas daban al norte. Las salas superiores eran estrechas, porque las galerías les comían parte de su espacio, más estrechas que las de abajo y las del medio del edificio, porque estaban divididas en tres pisos y no tenían columnas como el atrio. Por eso, se iban estrechando con relación a las de abajo y las del medio (a partir del suelo). Y el muro exterior, paralelo a las salas, en dirección al atrio exterior, frente a las salas, tenía cincuenta codos de longitud. Pues la longitud de las salas que daban al atrio exterior era de cincuenta codos, mientras que las que miraban al Santo tenían cien codos. Por debajo de las salas había una entrada del lado de oriente, que daba acceso desde el atrio exterior.
Ver contexto