Filipenses 2, 6-8

El cual, siendo de condición divina,
no codició el ser igual a Dios sino que se despojó de sí mismo
tomando condición de esclavo.
Asumiendo semejanza humana
y apareciendo en su porte como hombre, se rebajó a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte
y una muerte de cruz.
Ver contexto