Gálatas 1, 18-21

Luego, de allí a tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas y permanecí quince días en su compañía. Y no vi a ningún otro apóstol, sino a Santiago, el hermano del Señor. Y en lo que os escribo, Dios me es testigo de que no miento. Más tarde me fui a las regiones de Siria y Cilicia.
Ver contexto