Genesis 30, 14-16

Una vez fue Rubén, al tiempo de la siega del trigo, y encontró en el campo unas mandrágoras, que trajo a su madre Lía. Dijo Raquel a Lía: «¿Quieres darme las mandrágoras de tu hijo?» Le respondió: «¿Es poco haberte llevado mi marido, que encima vas a llevarte las mandrágoras de mi hijo?» Dijo Raquel: «Sea: que se acueste contigo Jacob esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo.» A la tarde, cuando Jacob volvió del campo, sale Lía a su encuentro y le dice: «Tienes que venir conmigo porque he pagado por ti unas mandrágoras de mi hijo.» Y él se acostó con ella aquella noche.
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