Genesis 32, 1-3

A la mañana siguiente, Labán besó a sus hijos e hijas, los bendijo y se volvió a su lugar. Jacob se fue por su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios. Al verlos, dijo Jacob: «Éste es el campamento de Dios»; y llamó a aquel lugar Majanáin.
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