Genesis 38, 3-10

la mujer concibió y dio a luz un hijo, al que llamó Er. Volvió a concebir y dio a luz otro hijo, al que llamó Onán. Nuevamente dio a luz otro hijo, al que llamó Selá. Ella se encontraba en Aczib al darle a luz.
Judá tomó para su primogénito Er a una mujer llamada Tamar. Er, el primogénito de Judá, fue malo a los ojos de Yahvé, que le hizo morir. Entonces Judá dijo a Onán: «Cásate con la mujer de tu hermano y cumple como cuñado con ella, procurando descendencia a tu hermano.» Onán sabía que aquella descendencia no sería suya, y así, si bien tuvo relaciones con su cuñada, derramaba a tierra, evitando así dar descendencia a su hermano. Pareció mal a Yahvé lo que hacía y le hizo morir también a él.
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