Genesis 41, 2-4

De pronto subieron del río siete vacas hermosas y lustrosas, que se pusieron a pacer en el carrizal. Pero resulta que detrás de aquéllas subieron del río otras siete vacas, de mal aspecto y macilentas, las cuales se pararon cabe las otras vacas en la margen del río, y las vacas de mal aspecto y macilentas se comieron a las siete vacas hermosas y lustrosas. Entonces el faraón se despertó.
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