Genesis 41, 37-44


José, primer ministro.
Pareció bien el discurso al faraón y a todos sus servidores, y dijo el faraón a sus servidores: «¿Acaso se encontrará otro como éste que tenga el espíritu de Dios?» Y dijo el faraón a José: «Después de haberte dado a conocer Dios todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás al frente de mi casa, y de tu boca dependerá todo mi pueblo. Tan sólo el trono dejaré por encima de ti.» Dijo el faraón a José: «Mira: te he puesto al frente de todo el país de Egipto.» Y el faraón se quitó el anillo de la mano y lo puso en la mano de José, le hizo vestir ropas de lino fino y le puso el collar de oro al cuello; luego le hizo montar en su segunda carroza, e iban gritando delante de él: «¡Abrek!» Así lo puso al frente de todo el país de Egipto.
Dijo el faraón a José: «Yo, el faraón: sin tu licencia no levantará nadie mano ni pie en todo Egipto.»
Ver contexto