Genesis 43, 27-30

Él les saludó y les preguntó: «Vuestro anciano padre de quien me hablasteis, ¿vive aún?» Y le dijeron: «Está bien tu siervo, nuestro padre: todavía vive.» Y, postrándose, se inclinaron. Entonces José volvió los ojos y vio a Benjamín, su hermano de madre, y dijo: «¿Éste es vuestro hermano menor, de quien me hablasteis?» Y añadió: «Dios te guarde, hijo mío.» José tuvo que darse prisa, porque le daban ganas de llorar de emoción por su hermano, y entrando en el cuarto lloró allí.
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