Habacuc  2, 6-20

¿No pronunciarán todos éstos contra él
sátiras, adivinanzas y enigmas?
Dirán:
Las cinco imprecaciones.

I
¡Ay del que se enriquece con lo ajeno
(¿hasta cuándo?)
y se carga de prendas empeñadas!
Vendrán de repente tus acreedores,
se despertarán tus vejadores,
te convertirás en su presa.
Por haber saqueado a naciones numerosas,
serás saqueado por el resto de los pueblos,
por tus crímenes, por la violencia al país,
a la ciudad y a todos los que la habitan.

II
¡Ay de quien saca ganancia
inmoral para su casa,
para poner su nido en lo alto
y escapar a la garra del mal!
¡Planeaste la deshonra de tu casa:
al derribar a tantas naciones,
tú mismo te malogras!
Porque la piedra grita desde el muro,
y la viga de madera le responde.

III
¡Ay de quien construye con sangre una ciudad,
y funda un pueblo en la injusticia!
¿No decide Yahvé Sebaot
que los pueblos se fatiguen para el fuego
y las gentes se agoten para nada?
¡Pues la tierra acabará llenándose
del conocimiento de la gloria de Yahvé,
como las aguas llenan el mar!


IV
¡Ay del que emborracha a sus vecinos,
y les añade su droga hasta embriagarlos,
para mirar después su desnudez!
¡Te has saciado de ignominia, no de gloria!
¡Bebe también y enseña tu prepucio!
¡Te pasa la copa la diestra de Yahvé,
y la ignominia superará a tu gloria!
Pues la violencia hecha al Líbano te cubrirá
y la matanza de animales te aterrará,
(por tus crímenes, por la violencia al país,
a la ciudad y a todos los que la habitan).

V
(19) ¡Ay de quien dice al madero: «Despierta»,
«Levántate», a la piedra que no habla!
¿Podrán transmitir un oráculo?
¡Aunque están cubiertos de oro y plata,
no hay un soplo de vida en su interior!
(18) ¿De qué sirve un ídolo, obra de escultor,
si es imagen fundida, oráculo engañoso?
¿Puede en él confiar su creador,
artífice de ídolos mudos?
Mas Yahvé está en su santo Templo:
¡silencio ante él, tierra entera!
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