Hechos 13, 33-37

Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito en los salmos: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy. Y que le resucitó de entre los muertos para nunca más volver a la corrupción, lo tiene declarado: Os daré las cosas santas de David, las verdaderas. Por eso dice también en otro lugar: No permitirás que tu santo experimente la corrupción . Ahora bien, David, después de haber cumplido en sus días la voluntad de Dios, murió, se reunió con sus padres y experimentó la corrupción . En cambio aquel a quien Dios resucitó, no experimentó la corrupción.
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