Hechos 7, 20-44

En esta coyuntura nació Moisés, que era hermoso a los ojos de Dios, que durante tres meses fue criado en la casa de su padre; después fue expuesto y le adoptó la hija de Faraón , quien le crió como hijo suyo . Moisés fue educado en toda la sabiduría de los egipcios y era poderoso en sus palabras y en sus obras. «Cuando cumplió la edad de cuarenta años, se le ocurrió la idea de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel . Y al ver que uno de ellos era maltratado, tomó su defensa y vengó al oprimido matando al egipcio . Pensaba que sus hermanos comprenderían que Dios les daría la salvación por su mano; pero ellos no lo comprendieron. Al día siguiente se les presentó mientras estaban peleándose y trataba de ponerles en paz diciendo: “Amigos, que sois hermanos, ¿por qué os maltratáis uno a otro?” Pero el que maltrataba a su compañero le rechazó diciendo: “ ¿Quién te ha nombrado jefe y juez sobre nosotros? ¿Es que quieres tú matarme a mí como mataste ayer al egipcio?” Al oír esto Moisés huyó y vivió como forastero en la tierra de Madián , donde tuvo dos hijos. «Al cabo de cuarenta años se le apareció un ángel en el desierto del monte Sinaí, sobre la llama de una zarza ardiendo. Moisés se maravilló al ver la visión, y al acercarse a mirarla, se dejó oír la voz del Señor : “Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob .” Moisés temblaba y no se atrevía a mirar . El Señor le dijo: “Quítate las sandalias de los pies, pues el lugar donde estás es tierra santa. Bien vista tengo la opresión de mi pueblo que está en Egipto y he oído su gemido y he bajado a librarles. Y ahora ven, que te enviaré a Egipto.” «A este Moisés, de quien renegaron diciéndole: ¿quién te ha nombrado jefe y juez?, a éste envió Dios como jefe y redentor por mano del ángel que se le apareció en la zarza. Éste los sacó, realizando prodigios y signos en la tierra de Egipto , en el mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años . Éste es el Moisés que dijo a los israelitas: Dios os suscitará un profeta como yo de entre vuestros hermanos. Éste es el que, en la asamblea del desierto, estuvo con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres; el que recibió palabras de vida para comunicárnoslas. Pero nuestros padres no quisieron obedecerle, sino que le rechazaron y en su corazón se volvieron hacia Egipto, y dijeron a Aarón: “Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque ese Moisés que nos sacó de la tierra de Egipto no sabemos qué ha sido de él.” E hicieron aquellos días un becerro y ofrecieron un sacrificio al ídolo e hicieron una fiesta a la obra de sus manos. Entonces Dios se apartó de ellos y los entregó al culto del ejército del cielo, como está escrito en el libro de los Profetas:
¿Es que me ofrecisteis víctimas y sacrificios
durante cuarenta años en el desierto, casa de Israel?
Os llevasteis la tienda de Moloc
y la estrella del dios Refán,
las imágenes que hicisteis
para adorarlas;
pues yo os trasladaré más allá de Babilonia. «Nuestros padres tenían en el desierto la Tienda del Testimonio, como el que hablaba con Moisés le mandó hacerla según el modelo que había visto.
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