Hebreos 6, 12-15

y no seáis indolentes, sino más bien imitadores de aquellos que, mediante la fe y la perseverancia, heredan las promesas. Cuando Dios hizo la promesa a Abrahán, no teniendo a otro mayor por quien jurar, juró por sí mismo diciendo: Te colmaré de bendiciones y te multiplicaré sin medida. Y, perseverando de esta manera, alcanzó la promesa.
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