Hebreos 9, 26-28

Para ello habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Sino que se ha manifestado ahora una sola vez, al fin de los tiempos, para la destrucción del pecado mediante su sacrificio. Y del mismo modo que el destino de los hombres es que mueran una sola vez, y luego ser juzgados, así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud , se aparecerá por segunda vez sin relación con el pecado a los que le esperan para su salvación.
Ver contexto