II Macabeos 4, 34

Por eso, Menelao, a solas con Andrónico, le incitaba a matar a Onías. Andrónico se llegó adonde Onías, y, confiando en la astucia, estrechándole la mano y dándole la diestra con juramento, persuadió a Onías, aunque a éste no le faltaban sospechas, a salir de su refugio, e inmediatamente le dio muerte, sin respeto alguno a la justicia.
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