Isaías 1, 5-6

¿Dónde golpearos ya,
si seguís contumaces?
La cabeza toda está enferma,
toda entraña doliente.
De la planta del pie a la cabeza
no hay en él cosa sana:
golpes, magulladuras, heridas frescas,
ni cerradas, ni vendadas,
ni ablandadas con aceite.
Ver contexto