Isaías 13, 7-8
“
Por eso todos los brazos decaen
y todo corazón humano se derrite.
Se empavorecen,
angustias y apuros les sobrecogen,
se duelen igual que parturienta.
Cada cual se asusta de su prójimo,
son los suyos rostros llameantes.
”
y todo corazón humano se derrite.
Se empavorecen,
angustias y apuros les sobrecogen,
se duelen igual que parturienta.
Cada cual se asusta de su prójimo,
son los suyos rostros llameantes.
”