Isaías 15, 4-5

Gritaban Jesbón y Elalé,
hasta Yahas se oía su voz.
También los valientes de Moab clamaban
con el alma estremecida.
Su corazón por Moab grita,
sus fugitivos no paran hasta Soar
(Eglat Selisiyá).
¡La cuesta de Lujit
la suben llorando,
y por el camino de Joronáin
dan gritos desgarrados!
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